Elaborar un plan de emergencia es vital para proteger la vida de los trabajadores ante situaciones imprevistas como incendios, sismos o fugas de gas. Este plan permite una respuesta rápida y organizada, minimizando riesgos y daños. Además, garantiza el cumplimiento legal y evita sanciones. Mejora la preparación del personal mediante simulacros y capacitación. En definitiva, es una inversión estratégica en seguridad, continuidad operativa y reputación empresarial.